martes, 25 de noviembre de 2008

Recreación del modo de enterramiento de la familia nuclear más antigua















Hace 4.600 años, la desgracia se abatió sobre un poblado cercano a Eulau, en la Alta Sajonia alemana. Varios de sus habitantes perecieron, víctimas de una violenta razia. Siglos después, los arqueólogos encontrarían las tumbas con los restos de la masacre. Cráneos fracturados, manos y brazos heridos en el intento de defenderse e, incluso, una flecha incrustada en una vértebra les ayudarían a intuir lo sucedido. Una masacre en el Neolítico no es algo tan infrecuente, pero entre los muertos, los investigadores encontraron algo más especial. Cuatro individuos estaban enterrados cuidadosamente, dos adultos y dos niños. Los análisis de ADN, que se publicaron la semana pasada en PNAS, confirmaron su parentesco.

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