viernes, 3 de septiembre de 2010

Hallada en Ekain una costilla con el perfil recortado de un pájaro



Foto: La costilla está profusamente labrada por las dos caras y perfilada para conseguir la forma del pájaro. :: JAN WESBUER

Pocas veces seis metros cuadrados han podido cundir tanto. Cuarenta años después de su descubrimiento, la cueva de Ekain sigue siendo un pozo de sorpresas con nuevos hallazgos, como una costilla de animal tallada con la figura de un ave durante el Magdaleniense medio, que permiten comprender un poco mejor a aquellos que se acercaron hasta allí en esa época. El equipo formado por Jesús Altuna, Koro Mariezkurrena, Federico Ríos y Jan Wesbuer ha vuelto a trabajar en la habitación que se encuentra en la entrada de la gruta para «conocer un poco mejor al artista de Ekain», el que dibujó y pintó en sus paredes los caballos, y a sus antecesores...

La costilla tiene siete centímetros de longitud por casi dos de anchura. Ha sido datada en 13.862 años y está labrada. Lleva las alas plegadas al cuerpo como si estuviera en posición de zambullirse en el agua. Pero puede ser que estén así porque el soporte es una costilla de gran bóvido, bien uro (el antecesor del toro) o bisonte y no había sitio para desplegarlas. La costilla está totalmente perfilada. Quien la diseñó rebajó el cuello, realizó unas rayas oblicuas y surcos para separar las alas que por el borde están festoneadas. También hay líneas en el dorso y una cola con una especie de cuñas. «¿Es un ave que iba a zambullirse o las plegaron por necesidad? Eso no lo sabemos»...

Sesenta cristales de roca.

Este año también se ha producido otro descubrimiento de relevancia, aunque no llega al extremo del de la costilla. En un espacio de unos treinta centímetros de radio, han aparecido más de sesenta cristales de roca, trasparentes o traslúcidos, que llamaron la atención del hombre prehistórico y los llevó hasta Ekain. Jesús Altuna comenta que «encontrar cristales similares no es tan difícil, incluso en épocas posteriores, la diferencia está en que se hallan todos juntos y que en otras partes del yacimiento no se encuentran. Parece que se portaron en un zurrón de cuero o de fibra vegetal. No cabe explicarse esa concentración de cristales de otra manera. Alguien realizó el esfuerzo de buscarlos. Se nos escapa quién y con qué finalidad los trajo porque en el entorno no existen. En este caso son del Magadaleniense superior y no tienen relación con el enterramiento, son anteriores».

Fuente: Un ave prehistórica única. Diariovasco.com/
Ekain en el Archivo del noticiario

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