sábado, 17 de diciembre de 2011

La dispersión humana en Asia no parece ligada a ningún cambio ambiental destacado

Una investigación del Museo Nacional de Ciencias naturales (CSIC) estudia la dispersión de grandes mamíferos en relación con el cambio climático como marco para explicar la dispersión del género Homo en Eurasia.

“Nuestros resultados indican que la primera dispersión humana, cuando el hombre disponía de una industria lítica denominada olduvayense, puede atribuirse más a una adaptación biológica o a una mayor organización social que a un cambio ambiental”, afirma Jan van der Made, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC, cuyo trabajo ha sido publicado en Quaternary Science Reviews.

Si bien está claro que el origen del hombre está en África, queda por resolver cuándo y porqué apareció en otras partes del mundo. El estudio de los desplazamientos de los grandes mamíferos que coexistieron con el género Homo puede arrojar luz sobre los factores que han podido contribuir a su dispersión.

El género Homo permaneció en África desde su origen, hace unos 2.5 millones de años, hasta su dispersión en Asia hace unos 1,8 millones de años. La datación de estos eventos ha sido posible gracias a la aplicación de técnicas paleomagnéticas, que permiten detectar las variaciones del campo magnético de la Tierra que quedan registradas en rocas y sedimentos, y también métodos radiométricos, con los que es posible descubrir loselementos radiactivos que contienen las rocas.

No se ha encontrado ninguna evidencia de que la primera dispersión humana en Asia coincidiera con ningún cambio destacado de tipo climático o faunístico. Lo que sí se sabe es que la aparición de una nueva especie (Homo ergaster u Homo erectus, aún hay controversia en este punto), coincide con un importante episodio de la evolución humana.Los restos más antiguos de Homo encontrados fuera de África se localizan en el Cáucaso,en el yacimiento de Dmanisi (Georgia). Aquí aparece la primera prueba de cohesión social que permitió la supervivencia de un individuo que carecía de dientes, por lo que no podía masticar la carne y los vegetales que constituían la dieta habitual de aquellos homínidos...

Referencia bibliográfica:
Van der Made, J. 2011. “Biogeography and climatic change as a contextto human dispersal out of Africa and within Eurasia”. Quaternary Science Reviews, 30: 1353-1367.

MNCN/SINC

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