miércoles, 20 de junio de 2012

Niño, asturiano y neandertal (1/4)

Los investigadores del yacimiento de Sidrón (Piloña) consiguen reconstruir el esqueleto de uno de los trece individuos hallados en la cueva, el único de la península Ibérica

Antonio García Tabernero, Beatriz Fernández Cascón, Antonio Rosas y Markus Bastir, con los fósiles del neandertal de Sidrón que han conseguido reconstruir en el MNCN-CSIC.
Más de diez años ha costado ponerle imagen al hombre de Sidrón. Por fin, los investigadores lo han conseguido al reconstruir en un alto porcentaje el esqueleto de uno de los niños del grupo familiar de Piloña, un excelente resultado que permite poner cuerpo al primer neandertal de la península Ibérica tras un trabajo minucioso, casi de orfebre, que cierra con éxito uno de los proyectos más complejos a los que se han enfrentado los estudiosos de la evolución humana.

El grupo que residió en la falda del Sueve hace 49.000 años estaba formado por al menos trece individuos que los investigadores intentan perfilar hueso a hueso a partir de los más de dos mil fósiles óseos reunidos tras más de una década de excavaciones arqueológicas. Reconstruir la imagen de un neandertal adulto entraña enormes dificultades, aunque en este caso la circunstancia de contar entre los materiales exhumados en la cueva con restos de un niño entre los 6 y los 7 años de edad ha facilitado mucho las cosas, y el equipo de Sidrón ha conseguido poco menos que poner una pica en Flandes al acoplar uno de los pocos esqueletos neandertales del mundo.

En este caso, la edad del menor ha sido fundamental. El reducido tamaño de los huesos ha permitido diferenciarlos del resto de los fósiles, consiguiendo así dar forma al único esqueleto neandertal existente en la península Ibérica y uno de los neandertales juveniles más completos del mundo.


En el éxito tienen mucho que ver el trabajo realizado por el grupo de paleoantropología del MNCN-CSIC y, también, los hallazgos aportados por los trabajos arqueológicos y genéticos. Gracias a todos ellos sabemos algunas cosas del niño de Sidrón, entre ellas, que era chico y que atravesó como casi todos los neandertales un período de crisis durante la etapa del destete, algo que se ha podido observar con el estudio de los dientes. Más difícil es descubrir qué fue lo que le costó la vida a edad tan temprana, aunque la suya fue una muerte ligada a la del resto del grupo, sin que hasta el momento los científicos hayan podido averiguar cuál fue el origen de tan catastrófico final.

A pesar de contar apenas con 6 o 7 años de edad, el chico de Sidrón ya participaba en los trabajos del grupo familiar, según muestran las huellas observadas en sus dientes todavía infantiles. Como corresponde a su edad, aún conservaba algunos molares de leche y le estaban saliendo los incisivos definitivos...  La Nueva España

Una apuesta de Fortea que «seguirá dando que hablar» - La Nueva España
Para llegar a donde estamos hoy los estudios del Sidrón han tenido que andar un largo camino, un recorrido que debe mucho a la autoridad científica y al empeño del catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo Javier Fortea, fallecido el 1 de octubre de 2009, horas después de que sus compañeros cerraran la campaña arqueológica de ese año. Figura clave para la prehistoria asturiana, Javier Fortea apostó con acierto desde el primer momento por un yacimiento que no ha dejado de dar satisfacciones a los investigadores....

Los investigadores - La Nueva España
Marco de la Rasilla... Antonio Rosas... Carles Lalueza-Fox...

¿Por qué estudiar a los neandertales? - La Nueva España
ANTONIO ROSAS. Estudiar el origen del hombre es ciencia y es cultura. Es ciencia porque investiga y descubre aspectos de nuestra naturaleza. Y es cultura porque incrementa nuestro conocimiento de lo que Francisco Umbral llamó «ese saber del hombre sobre el hombre». Y ambos saberes, fusionados como en ninguna otra disciplina en el estudio de la evolución humana, nos ayudan a modelar nuestra responsabilidad sobre nosotros mismos y sobre el mundo natural al que pertenecemos. Conocer nuestro pasado, conocer las especies más próximas a los seres humanos pasadas y presentes incide en la conciencia de nosotros y en la pregunta ¿de dónde venimos? Conocer nuestro pasado nos ayuda a responder también al ¿adónde vamos? Y más aún, ¿adónde queremos ir?...

No hay comentarios: