jueves, 12 de julio de 2012

Protegen la cueva de Galdames que esconde pinturas del Paleolítico

El Gobierno vasco define tres áreas en torno a la gruta de Arenaza y permite que una cantera mantenga su actividad en la zona

Año y medio después de iniciar las tramitaciones, el Gobierno vasco acaba de aprobar el expediente por el cual declara a la cueva de Arenaza, en Galdames, como Bien de Interés Cultural Calificado, en la categoría de Conjunto Monumental. Se trata de un entramado subterráneo con 27 kilómetros de galerías que horadan la tierra hasta los 486 metros de profundidad. Allí se descubrió en 1973 una cámara con pinturas rupestres del Paleolítico (14.000 a.C.) que representan una decena de ciervos, un toro y otras figuras. El documento, publicado esta semana en el Boletín Oficial de Bizkaia, marca una nueva delimitación al entorno de valor patrimonial y establece un nuevo régimen de protección. El objetivo es garantizar la permanencia del yacimiento, aún conservando la actividad de la cantera existente en la zona.

Grupos ecologistas como Izate o Galdames Bizirik ya advirtieron en el pasado sobre los riesgos que la explotación de la cantera supone para la gruta, ya que, según han señalado, los trabajos podrían alterar las condiciones medioambientales de la cueva que han permitido la permanencia de las pinturas. Según han criticado en los últimos años, los espeleólogos que recorren habitualmente las galerías habrían detectado modificaciones en las corrientes de aire como consecuencia de las voladuras practicadas.

Para evitar que nada de esto puedo ocurrir, la declaración de la cueva como Bien de Interés Cultural define tres áreas con distintos grados de protección. El primero, denominado Santuario por recoger las pinturas rupestres, se encuentra en el área de acceso a la cavidad y actualmente está flanqueado por rejas. Allí se ha decidido «reducir al máximo toda actividad humana», por lo que su acceso estará permitido «exclusivamente» a científicos para labores de «conservación, estudio del arte rupestre y excavación arqueológica». El documento anuncia la elaboración de un proyecto que determine las condiciones ideales para garantizar su mantenimiento y preservación, y establece que «para facilitar la visión y conocimiento de la cueva de Arenaza-I al gran público, la única solución que cabe plantearse es la realización de una réplica».

Limitar el uso de explosivos

La segunda zona, el área general de protección del carst, tampoco prevé ninguna actividad humana que pueda alterar las condiciones de la cueva, aunque da carta blanca a actividades ganaderas, agrícolas y forestales. Por último se define una tercera zona en la que se ubica la cantera de Galdames, y se establece que ésta podrá mantener «los usos y actividades aunque estará limitada en lo que a explosivos y formas de explotación se refiere». Así la declaración, a la que podrán presentarse alegaciones durante dos meses, marca unos niveles de vibración máximos para el área de acción, que se reducen a medida que la cantera se acerca al yacimiento. SERGIO LLAMAS / El Correo

Entrada relacionada: 03-03-11. La cueva de Arenaza (Galdames, Bizkaia).

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