domingo, 1 de julio de 2012

Un oso al lado de los esqueletos de La Braña

En la misma cueva de la Montaña Central Leonesa —bautizada por sus descubridores como ‘de los dos hermanos’— donde en el 2006 se encontraron dos esqueletos que ahora están dando la vuelta al mundo por su alto interés científico aparecieron también otros huesos que no pertenecían a humano alguno pero que también fueron extraídos y estudiados: una vez analizados, los expertos comprobaron que se trataba de un gran oso pardo, de la misma especie (ursus arctos) cuyos miembros continúan hoy —aunque en cantidades mucho mayores— rondando por las cumbres norteñas de León.

Así, en el ampio estudio publicado por el Gobierno autonómico sobre los hallazgos en la cueva ubicada entre las aldeas de La Braña y Arintero, en plenos Argüellos, se encuentra un apartado dedicado expresamente a este inesperado ‘compañero’ de los dos hombres del Mesolítico, cuyos genomas fueron descifrados recientemente por el CSIC y datados en 7.000 años, los más antiguos de la Prehistoria en su género. El estudio lo firman doce expertos en diferentes disciplinas, coordinados por Julio M. Vidal y María Encina Prada, y en el caso concreto del citado oso, es Carlos Fernández, del Área de Prehistoria de la Universidad de León, el encargado de su examen. «El esqueleto del oso se localizó en una zona bastante más al interior de la cueva que los restos humanos, teniendo en cuenta la entrada actual —escribe en su artículo—. Si consideramos la presencia de una importante sima vertical en un lugar próximo a la boca de la cavidad, parece obvio que éste no fue el camino seguido por el oso para adentrarse en la misma». Es por ello que se haya considerado como probable, al menos hasta el momento, una «nula relación» entre los dos hombres y el úrsido, si bien son importantes los restos «al cuestionar el actual acceso a la cueva como lugar de tránsito de este ejemplar», apunta.

Zarpazos y huellas

Otro detalle curioso que resalta Fernández es que cerca de este esqueleto se ha podido documentar «la presencia de numerosos zarpazos y huellas, identificadas con las habituales de esta especie». Por otro lado, el hecho de que tanto el cráneo como parte de la columna se encontraran rotos y machacados, fruto de una agresión a todas luces reciente, es achacada por este experto a «las visitas incontroladas producidas a la cueva tras su descubrimiento»... Diario de León
  • Todo un filón - Diario de León Opinión. Jesús Celis Sánchez (*Arqueólogo y director del Instituto Leonés de Cultura). La publicación en DIARIO DE LEÓN de la secuenciación del genoma de uno de los hombres de La Braña-Arintero es una sorprendente y buenísima noticia para la ciencia sobre el origen de nuestros predecesores.
    Nada sabíamos de restos humanos anteriores al Neolítico en León hasta que no aparecieron los restos La Braña I y II en la cueva de Arintero, restos que se han fechado en el Mesolítico, es decir, en una fase del Holoceno entre el Paleolítico Superior y el Neolítico. El sorprendente hallazgo de estos dos individuos, depositados post mortem en la apartada cueva de la montaña leonesa, ha sido decisivo para conocer las poblaciones humanas mesolíticas en la Cordillera Cantábrica y en ello ha sido determinante su inmejorable estado de conservación, fundamental para poder estudiar el ADN mitocondrial...
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