sábado, 4 de agosto de 2012

¡Vuela Yoa, vuela!


Libro: Vuela Yoa, vuela (Albumes Ilustrados)
Jeanette Randerath (Autor), Daniele Winterhager (Ilustrador), Christiane Reyes (Traductor)
Tapa dura: 32 páginas
Editor: Editorial Juventud, S.A.; Edición: 1 (25 de abril de 2012)
Colección: Albumes Ilustrados
Idioma: Español
Hojéalo

* A partir de 7 años.
* Un poético cuento sobre la Edad de Piedra, que nos introduce al modo de vida, cotidiano y espiritual de nuestros antepasados.

La historia del pequeño Yoa se desarrolla durante la larga y turbulenta época de la Edad de Piedra, que constituye, de lejos, la mayor parte de la historia de la humanidad. Podríamos situarla hace unos 18.000 años, cuando en Europa reinaba un clima glacial y seco. (Extraído de la Introducción de Ruth Hecker, prehistoriadora).

Reseña: Aprendiendo a volar.

No abundan los libros para niños que proponen protagonistas de la Edad de Piedra. Por eso acogemos con alegría los que sitúan a sus personajes en aquel periodo, 18.000 años atrás, cuando lo que más tarde sería Europa, vivía bajo un clima glacial.

La historia de Yoa no es la de un niño cualquiera. A él le gusta investigar, incluso entrar en la cueva sagrada, algo que aún tiene prohibido. Cuando lo hace, se encuentra con un enorme oso que le cierra el camino, y solo se salvará por la providencial intervención de un cuervo.

En la cueva sagrada había pintados muchos animales, pero ningún ave. Yoa considerará a partir de entonces que el cuervo es su animal-tótem, pues le debe la vida, y su clan le debe aprovisionarse de carne de oso.

Castigado a ayudar al curandero, Yoa empieza a aprender qué necesita para pintar, y, a solas, una vez cumplido el castigo por entrar donde no debía, se inicia en lo que va a ser su conversión definitiva: en un pájaro.

No es fácil su misión, pero Yoa lo intenta con todas sus fuerzas. Finalmente, dará con el camino que llevará a los hombres de su clan a localizar el agua imprescindible para sobrevivir. El agua es, desde luego, el ingrediente básico para pintar un pájaro entre los otros animales que adornan las paredes de la cueva sagrada.

El libro presenta poéticamente la capacidad para superarse, el deseo de ir más allá de los límites previstos, la necesidad de ayudarse en un lugar y época donde es difícil vencer a las inclemencias del tiempo. Delicadas ilustraciones hacen más comprensible la idea del vuelo de Yoa y su transformación en ave. ANTONIO A. GÓMEZ YEBRA / diariosur.es

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