domingo, 30 de septiembre de 2012

Nueve científicos trabajan ya en el estudio sobre el futuro de Altamira

Gael de Guichen y Marián de Egido encabezan el programa, integrado por cinco proyectos, que en dos años decidirá si la cueva puede recibir visitas

Nueve científicos y expertos trabajan ya en el estudio que decidirá el futuro de Altamira. Cinco proyectos que abarcan cuestiones técnicas sobre conservación, accesibilidad e impacto social configuran la investigación que se prolongará durante dos años con un coste final de medio millón de euros.

El equipo está encabezado desde su dirección científica por el especialista en conservación preventiva, Gaël de Guichen, consejero del director general del Centro Internacional de Estudios para la Conservación y la Restauración de Bienes Culturales (ICCROM), organización intergubernamental creada por la Unesco. Además la coordinación general del programa se llevará a cabo desde el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), por Marián del Egido, jefa del área de Investigación y Formación del IPCE y vicepresidenta del Consejo del citado ICCROM.

No obstante, la nómina del equipo completo que integra los proyectos de trabajo (ver gráfico anexo) se constituyó hace apenas dos semanas y, tras una primera reunión, ha empezado ya sus respectivos trabajos.

Los artífices del estudio que decidirá si Altamira puede recibir visitas abordarán lo que se ha denominado como 'Programa de Investigación para la Conservación Preventiva y Régimen de Acceso de la Cueva de Altamira'. Los responsables de cada proyecto lideran en realidad diferentes grupos de trabajo con lo que el programa será desarrollado por un número ingente de investigadores. Asimismo, aglutina actuaciones de técnicos del IPCE, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Museo de Altamira, la Universidad de Cantabria y la Subdirección General de Museos Estatales, entre otras instituciones y cuenta, además, con asesoramiento externo de otros especialistas.

La elaboración del programa, cuyo coste será financiado, finalmente, en su integridad por la secretaría de Estado de Cultura, fue decidida en el pleno del Patronato del Museo de Altamira, reunido el pasado verano en Santander. Su puesta en marcha supone el inicio de una investigación de dos años de duración, cuyas conclusiones serán de aplicación a la conservación de Altamira, y cuyo régimen de acceso «está condicionado a ofrecer una garantía para su sostenibilidad, conservación, preservación y continuidad».

La investigación tiene como objetivo esencial y prioritario «determinar el impacto que la presencia humana tiene sobre la conservación de las pinturas rupestres y elaborar un plan de conservación preventiva» para la cueva con el fin de decidir «si es compatible su adecuada conservación con un régimen de acceso a la misma».

Del control al valor social

El plan diseña cinco proyectos: de seguimiento ambiental, control del biodeterioro, conservación del soporte y policromía, accesibilidad y valor social. Las conclusiones estarán interrelacionadas en la elaboración del plan. Recientemente, durante su presencia en la inauguración del centenario del Colegio Marqués de Valdecilla, de Solares, el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, confirmó la constitución definitiva del equipo de I+D+i que determinará la viabilidad de la apertura de la cueva. Lassalle subrayó el trabajo «extraordinariamente importante» que tiene por delante este equipo investigador. Un proyecto, a su juicio, que «bien merece la pena» para Cantabria y para el conjunto de España.

El pasado mes de agosto el Patronato de Altamira, que desde diciembre de 2010 no se había convocado, acordó iniciar este programa de investigación expresando «toda su confianza» en el veredicto de los técnicos e investigadores. Un estudio ya en marcha que tendrá como base «el conocimiento previo acumulado» en los trabajos y actuaciones del Instituto de Patrimonio, del CSIC y de la Universidad de Cantabria. El compromiso institucional radica en que, «por encima de cualquier consideración política», se respetará el criterio y las conclusiones científicas.

Estrategias de conservación

El director científico del programa Gaël de Guichen, ingeniero químico por la Universidad de Lausanne, ha participado activamente en proyectos de conservación preventiva desde que comenzó a ocuparse de la conservación de la cueva de Lascaux en 1963. A él se debe el impulso a las estrategias para la conservación preventiva de los bienes culturales y su difusión entre profesionales de todo el mundo. En los diferentes proyectos del programa, con la coordinadora del Plan Nacional de Investigación en Conservación de Patrimonio, Marián del Egido, al frente, lo integran: el biólogo Juan Antonio Herráez, quien ha actuado como asesor científico para la instalación de sistemas de seguimiento ambiental y conservación preventiva en las cuevas de Monte Castillo en Puente Viesgo; Irene Arroyo, doctora en Ciencias Biológicas, quien ha publicado numerosos trabajos nacionales e internacionales relacionados con el biodeterioro de bienes culturales de gran interés como la propia Altamira o la Fuente de los Leones de la Alhambra.

Asimismo, Concha Cirujano, restauradora del Instituto de Patrimonio Cultural de España, ha dirigido numerosos proyectos interdisciplinares, caso del estudio del Pórtico de la Gloria y de las pinturas murales de la capilla mayor de la Catedral de Santiago de Compostela; el geólogo José Vicente Navarro, desde 1992 y hasta la actualidad, está incorporado en la Unidad de Análisis de Materiales del Instituto del Patrimonio Cultural de España; Marcos García Díez, en la actualidad profesor de Prehistoria de la Universidad del País Vasco, coordinó entre 2006 y 2010 las Cuevas Prehistóricas de Cantabria y Centros Culturales; y el arqueólogo Felipe Criado-Boado dirige el Instituto de Ciencias del Patrimonio del Centro de investigación en patrimonio cultural del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

A ellos se suma el propio director del Museo de Altamira, José Antonio Lasheras, y como responsable de comunicación la historiadora del arte Alicia Herrero Delavenay, integrante del equipo técnico de la Subdirección General de Museos Estatales. GUILLERMO BALBONA / eldiariomontanes.es/ 

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