jueves, 21 de febrero de 2013

Early human burials varied widely but most were simple

A new study shows that the earliest human burial practices in Eurasia varied widely, with some graves lavish and ornate while the majority were simple.

"We don't know why some of these burials were so ornate, but what's striking is that they postdate the arrival of modern humans in Eurasia by almost 10,000 years," said Julien Riel-Salvatore, Ph.D., assistant professor of anthropology at CU Denver and lead author of the study. "When they appear around 30,000 years ago some are lavish but many aren't and over time the most elaborate ones almost disappear. So, the behavior of humans does not always go from simple to complex; it often waxes and wanes in terms of its complexity depending on the conditions people live under."

The study, which examined 85 burials from the Upper Paleolithic period, found that men were buried more often than women. Infants were buried only sporadically, if at all in later periods, a difference that could be related to changes in subsistence, climate and the ability to keep babies alive, Riel-Salvatore said. [...] ScienceDaily

Actualización 15-03-13. El origen de los ritos mortuorios en Europa y Asia

Una nueva investigación realizada en Eurasia por especialistas de la Universidad de Colorado en Denver y la Universidad Estatal de Arizona muestran que las prácticas de enterramiento humano más antiguas conocidas en Eurasia variaron mucho, con algunas tumbas fastuosas y muy ornamentadas, mientras la inmensa mayoría era bastante simple.

El estudio, llevado a cabo por el equipo de Julien Riel-Salvatore, de la Universidad de Colorado, y Claudine Gravel-Miguel, de la Universidad Estatal de Arizona, revela algunas intrigantes variaciones en los ritos funerarios humanos de hace entre 10.000 y 35.000 años, y hace preguntarse el motivo de tanta variabilidad.

La inspección detallada de 85 sepulcros del período Paleolítico Superior revela algunas cosas inquietantes. Por ejemplo, que los hombres fueron enterrados más a menudo que las mujeres. Sólo esporádicamente se enterraba a niños pequeños, aunque en este caso ello quizá pudo deberse simplemente a que en las condiciones del entorno era más probable que los niños vivieran lo suficiente para morir siendo ya adultos.

Algunas de las sepulturas, de cerca de 30.000 años de antigüedad, en Rusia, Italia y la República Checa, contaron con una notable ornamentación, pero la inmensa mayoría era de una gran simpleza y tosquedad. Eso, por tanto, convierte a las sepulturas ornamentadas en anomalías, no representativas de las prácticas de enterramiento de los Homo sapiens antiguos en Eurasia.

La mayoría de las sepulturas eran bastante simples e incluían fundamentalmente artefactos de la vida cotidiana, en oposición a la corriente de acompañar los restos mortales con ornamentos especiales y objetos más artísticos que prácticos. En ese aspecto, muchas de las sepulturas del Homo Sapiens fueron semejantes a las tumbas de los neandertales. Tanto los Homo Sapiens tempranos como los neandertales colocaban los cuerpos de sus difuntos en fosas, acompañados con artefactos domésticos. Durante el Paleolítico Superior esto incluía ornamentos usados habitualmente por el difunto mientras estaba vivo. En los sepulcros en los que están presentes, los ornamentos, de piedra, así como de conchas y de dientes de animales, se encuentran colocados en las cabezas y torsos de los cadáveres, en vez de, por ejemplo, en las piernas, lo que muy probablemente coincide con cómo tales ornamentos se usaban en vida.

Algunos investigadores se han valido de los ritos de enterramiento para diferenciar entre humanos anatómicamente modernos y neandertales. Pero otros expertos, como el antropólogo Julien Riel-Salvatore, de la Universidad de Colorado, están desafiando a la ortodoxia de que las sepulturas de los humanos anatómicamente modernos necesariamente eran más sofisticadas que las de los neandertales.
Muchos científicos creen que la capacidad del pensamiento simbólico, y la conducta asociada al mismo, son lo que separa a los humanos anatómicamente modernos de los neandertales, que desaparecieron hace aproximadamente 35.000 años.

Los ritos fúnebres sofisticados se consideran una expresión del pensamiento abstracto, impropia de los neandertales. Pero a medida que se hacen nuevos descubrimientos en esta línea de investigación, Riel-Salvatore y otros especialistas están encontrando evidencias de que los neandertales muy a menudo realizaban prácticas consideradas características de los humanos anatómicamente modernos.

Riel-Salvatore es un experto en los primeros humanos anatómicamente modernos, y en los neandertales. En su estudio anterior, propuso que, contrariamente a la creencia popular, los primeros humanos anatómicamente modernos no eliminaron a los neandertales sino que tuvieron descendencia conjunta con ellos, con el resultado final de una absorción genética del linaje neandertal por el linaje de los humanos anatómicamente modernos. Otro de sus estudios ha demostrado que los neandertales en el sur de Italia adaptaron, innovaron y crearon tecnología antes de su contacto con el ser humano anatómicamente moderno, algo que durante mucho tiempo fue considerado muy poco probable e incluso imposible en opinión de algunos.

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