jueves, 6 de junio de 2013

¿Cómo se vivía en Huesca hace 18.000 años?

Lourdes Montes y Rafael Domingo reconstruyen la vida en el prepirineo oscense hace 18.000 años a partir de los instrumentos en piedra usados por los habitantes de ese periodo en el valle del Cinca. Los investigadores del Campus de Huesca presentan este jueves, 6 de junio, un estudio sobre el asentamiento magdaleniense de la Cova Alonsé de Estadilla que recoge las informaciones aportadas por las excavaciones realizadas desde el año 2000 en ese enclave que ocuparon cazadores-recolectores prehistóricos. La presentación, que tendrá lugar en el marco de la Feria del Libro oscense, en la Plaza de López Allué, está prevista a las 19,45 horas.

La obra, coordinada por estos dos profesores, incluye también aportaciones de otros especialistas como José Antonio Cuchí, geólogo del Campus oscense de la Universidad de Zaragoza, Mathieu Langlais del francés Centre National de la Recherche Scientifique, o Marta Sánchez y Xavier Mangado, de la Universidad de Barcelona. El asentamiento magdaleniense de Cova Alonsé (Estadilla, Huesca), publicado por la editorial Prensas Universitarias con la colaboración del Ayuntamiento de Estadilla y Grupo de Investigación ‘Primeros Pobladores del Valle del Ebro’ -del que forman parte Montes y Domingo-, es el número 48 de las Monografías Arqueológicas del Departamento de Ciencias de la Antigüedad de la universidad pública aragonesa.

La Cova Alonsé es un gran abrigo rocoso situado en las estribaciones de la Sierra de la Carrodilla. Este espacio, que cuenta con el agua de un barranco, domina un estrechamiento del valle que lo acoge, convertido en paso obligado para las manadas de herbívoros objeto de caza en la climatológicamente fría etapa del Magdaleniense Inferior, y que está bien comunicado con la llanura del Cinca, lo que permitía obtener muy distintos recursos dentro de unas distancias reducidas, constituyó el hábitat temporal –quizá en determinadas épocas del año- de un grupo humano en ese periodo.

Las excavaciones de este yacimiento (descubierto en 1990 por el vecino de Estadilla José Francisco Lisa) han aportado numerosos elementos de industria lítica, que Lourdes Montes califica de ‘excelente’. Láminas y lascas, principalmente de silex obtenido en el mismo asentamiento, que dieron lugar a raspadores, buriles o perforadores con distintos usos (la caza entre ellos) han aparecido en las campañas arqueológicas realizadas en 2000 y 2008.

La profesora del Campus de Huesca destaca la importancia de este enclave por la escasa representación de asentamientos humanos correspondientes al Magdaleniense Inferior –un periodo más conocido, y muy anteriormente estudiado, en el sur de Francia- que se han catalogado en el Valle del Ebro. Y lo enmarca en un “clarísimo” corredor que comunicaba con la vertiente norte de los Pirineos enlazando las cuencas del Cinca y el Segre, y evitando la parte más abrupta de la cordillera.

Montes, que quiere resaltar los apoyos recibidos en los años de excavación por parte de instituciones como el Ayuntamiento de Estadilla o el Gobierno de Aragón, destaca la importancia de poder realizar “un trabajo continuado” en el tiempo en este tipo de labores para la obtención de resultados. Y reafirma la voluntad de seguir haciendo este trabajo desde el Campus de Huesca por parte de este equipo de investigadores, que ha trabajado en más de 20 enclaves de nuestro entorno. Radio Huesca


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