sábado, 1 de junio de 2013

Descubren presencia humana de hace un millón de años en La Boella

El yacimiento de la Boella cobra, año tras año, mayor importancia científica. Las excavaciones iniciadas en 2007 por el Institut de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES) siguen sacando, capa tras capa, diferentes materiales (rocas trabajadas por humanos y huesos de animales) que corroboran que la zona es rica en conocimientos y posiblemente se convierta en uno de los mejores yacimientos de Europa.

De hecho, este último año se han descubierto dos hachas denominadas achelenses –trabajadas por ambos lados– que ya se conocían de otros yacimientos. Sin embargo, las dataciones de estas herramientas han fijado una antigüedad de un millón de años, lo que significa «que es el primer yacimiento de Europa Occidental que se hallan herramientas de esta antigüedad», señala el director de las excavaciones Josep Vallverdú.

«Hasta la fecha, no se tenían pruebas de la presencia de humanos más allá de 500.000 años antes de Cristo», relata el arqueólogo del IPHES. Sin embargo, las herramientas localizadas junto a los huesos de algunos animales permiten «precisar más la primera presencia humana», añade Vallverdú.

Los arqueólogos, palentólogos y otros científicos que están en el yacimiento trabajan en tres grandes periodos: de menos de 500.000 años; de hasta un millón y hasta dos millones. «Las evidencias apuntaban que las primeras migraciones habían llegado mucha antes de lo que se había descubierto hasta la fecha», explica el arqueólogo.

Sobre la posibilidad de encontrar huesos humanos, Vallverdú lo explica cada vez que se lo preguntan: «Es difícil encontrarlos. Esto era un delta con gran cantidad de agua y los humanos, como los animales carnívoros, venían a cazar a sus presas, pero no vivían allí». Esta teoría no descarta el hallazgo de hueso humano, aunque Vallverdú admite que puede ser una lotería.

Los huesos ya clasificados y documentados son de hiena, mamuts (más pequeño y antiguo que el siberiano), hipopótamos, elefantes, caballos o ratones de agua, los animales de más antigüedad de los hallados.

Con la mejora de las técnicas de datación se ha dado otro paso para abrir una segunda fase de excavaciones y en ella se realicen más campañas y más estudios para explicar cómo era esta zona del Camp de Tarragona hace dos millones de años. Vallverdú concluye que «hay pocos yacimientos en España con estas características de conservación (Atapuerca y Orce)». Jordi Cabré diaridetarragona.com/

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