Vilagarcía. Pese a una riqueza más que evidente, que continúa
deparando hallazgos, la defensa y desarrollo de su potencial
arqueológico constituye una de las grandes asignaturas pendientes en
Vilagarcía. Para muestra, los dos petroglifos que acaban de ser
rescatados del olvido por el joven investigador de la Universidad de
Vigo, Félix González, en colaboración con el colectivo Niquelarte y el
estudiante de Historia Gabriel González.
Se trata de dos inscripciones que, por sus
características y la profundidad de sus trazos, parecen remontarse a la
Edad del Bronce, entre los años 2000 y 1800 antes de Cristo. Una de
ellas, ubicada en una roca inmediata a la capilla de Os Anxos, gana
singular relevancia por varios motivos. Primero, por representar un
cuadrúpedo, algo que únicamente sucede en 7 de los 47 yacimientos
localizados entre la desembocadura de los ríos Ulla y Umia y la dorsal
que conforman el Xiabre y Lobeira. En segundo lugar, porque, a
diferencia de lo que es habitual en los petroglifos figurativos, no
está acompañado de dibujos geométricos. Como mucho, parecen adivinarse
los cuartos traseros de un segundo animal.
1/2. Cuadrúpedo. M. Miser |
La otra inscripción sí responde a una temática
geométrica y, mejor conservada, puede contemplarse a pocos metros de la
anterior, en el monte de A Tomada, en Carril. Ambas se orientan hacia el
conocido conjunto de Os Ballotes, en Bamio. Serxio González / lavozdegalicia.es
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