El museo de Ekainberri, en el valle de Sastarrain, en Zestoa, ofrece una réplica exacta de la cueva de Ekain, una de las 14 simas de Euskadi. Los visitantes pueden comprobar cómo hacían fuego, pintaban y cazaban los humanos de la época de la glaciación
Silencio, oscuridad y un poco de frío. Es lo que se puede sentir al
poner los pies dentro de la réplica de la cueva de Ekain, en Ekainberri.
Se pueden escuchar las gotas que caen del techo, las que poco a poco
crean estalactitas. En una primera vuelta a la cueva, los visitantes se
mantienen en silencio para que puedan sentir que están en una cueva.
Admiran todos los caballos que hay en las paredes, entre otros animales,
muchos en sitios de difícil acceso. Algunos en color, gracias al ocre, y
otros, sólo a carboncillo. Después, empieza el tour con Ainhoa, la
guía, quien explica cada una de las pinturas y las características de la
cueva.
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viernes, 19 de julio de 2013
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