Adentrarse en los cortados de Gorafe es entrar en la mayor concentración megalítica de la península con 240 dólmenes
Son vestigios del hombre que habitó el sureste ibérico hace
siete mil años, la muestra de una cultura que mantenía un especial
respeto a sus muertos.
Miran al Este y al Oeste, en la dirección en la que sale y
se pone el sol. Son piedras calizas talladas y superpuestas, unas de
gran tamaño y toneladas de peso, otras pequeñas y humildes. Todas ellas
forman túmulos funerarios, elementos para albergar y honrar a los
muertos. Estructuras construidas para resistir el paso del tiempo y
sobre todo para ayudar a los difuntos en el camino hacia ese otro mundo
en el que descansar. Hace siete mil años, [...] ideal.es/
Entrada relacionada
martes, 10 de septiembre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario