viernes, 10 de enero de 2014

El enigmático hombre de las Ubiñas vivió entre el Neolítico y la Edad del Bronce

Los estudios sitúan en torno al 1800 antes de Cristo el esqueleto humano hallado en el parque natural de las Ubiñas-La Mesa el año pasado

Imagen del esqueleto humano, tal y como fue encontrado en el macizo de Ubiña en el año 2012. :: E. C.

  Los restos humanos encontrados en una sima de la Paré de Los Cinchos, en el macizo de Ubiña, en el concejo de Quirós (Asturias), corresponderían a un individuo varón que tenía entre 16 y 18 años, y que vivió entre el 1900 y el 1800 antes de Cristo, en la transición entre el Neolítico y la Edad del Bronce.

Así lo han explicado este viernes los responsables del estudio de este hallazgo, en una rueda de prensa encabezada por el director general de Patrimonio, Adolfo Rodríguez Asensio. Ha estado acompañado por los arqueólogos Gabino Busto y César García de Castro, que entraron en la cueva para extraer los restos, así como por Belén López Martínez, antropóloga de la Universidad de Oviedo, responsable de los estudios que se están realizando sobre los huesos.

También han estado presentes Juan José Congregado López (guarda del parque), y los espeleólogos Francisco del Busto, Evaristo Prieto y Jesús Manteca, que hicieron posible el acceso a la cueva y la extracción de los restos.

Según ha explicado Asensio, y posteriormente reafirmado Belén López, los análisis del carbono 14 no dejan lugar a dudas. El esqueleto no corresponde a un individuo moderno. Los resultados han ofrecido tres horquillas de fechas, todas ellas situadas entre el 1900 y el 1800 antes de Cristo.

El esqueleto, prácticamente completo, fue localizado en una sima de difícil acceso situada a 1.900 metros de altitud, por debajo del lugar donde el año pasado un equipo de espeleólogos encontró un esqueleto completo de un lince boreal que actualmente está siendo estudiado en el área de Paleontología de la Universidad de Oviedo. Durante la operación desarrollada para sacar al exterior los restos del lince, los expertos ya apreciaron la presencia de restos humanos en una zona más profunda de la sima, lo que fue comunicado a los responsables de la Consejería de Cultura.

Pared del macizo de Ubiña donde se encuentra la sima en la que aparecieron los restos humanos.
Las dificultades de acceso que presenta la cavidad, en una zona peligrosa e inhóspita con nieve durante casi todo el año, retrasó hasta la pasada semana el rescate del esqueleto humano, que ya ha sido trasladado a Oviedo y del que por el momento no se pueden adelantar demasiados datos. Será el estudio antropológico encargado a expertos de la Universidad de Oviedo el que permita ubicarlo en algún momento de la historia, establecer su cronología y revelar su edad y sexo.

La cueva en sí se encuentra en una de las paredes del pico de El Fotán, es de muy difícil acceso y ni siquiera cuenta con topónimo. La Cueva del Gatu Vetu la han bautizado los espeleólogos porque en ella ya habían aparecido en 2012 pasado los restos óseos de un lince. Sin embargo, según ha explicado Belén López, la posición en la que fueron encontrados los huesos indica que el individuo estaba sentado cuando murió.

Por el momento solo se han encontrados restos óseos. Ni rastro de ropa, armas, herramientas, ni tampoco ningún utensilio con el que se pudiese haber ayudado para llegar hasta allí. Los análisis no han detectado lesiones importantes, salvo una pequeña fractura sobre el ojo derecho. Han descartado problemas de malnutrición y han confirmado que conserva todas sus piezas dentales.

Las hipótesis que han formulado los ponentes han ido orientadas a la caza. La boca de la cueva está ubicada en una buena posición, desde la que se domina todo el circo glaciar el macizo de Ubiña. Pudiera ser que estuviese cazando en la zona, se adentrase en la cueva y se perdiese. El acceso hasta este lugar quizá fuese mucho más fácil que actualmente por el efecto de la glaciación de la época, que permitía alcanzarlo caminando por una pista de nieve.

Asensio se ha referido al descubrimiento como un "hallazgo paleontológico muy importante". Ha recordado no obstante que la cueva no acaba en el punto donde han aparecido los huesos, sino que sigue una sima de unos 30 metros en la que podrían encontrarse nuevos materiales. Sería en una nueva prospección "que no hay que descartar" ha concluido. lne.es/

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