Esqueletos de 6.400 años de antigüedad en Begues (Barcelona)
La
cueva de Can Sadurní, situada en el municipio de Begues (Barcelona), en
pleno macizo del Garraf, fue utilizada durante la posguerra española
para cultivar champiñones. Cuando se comprobó que la cavidad no era
idónea para el cultivo de estos hongos se aprovechó durante un cierto
tiempo para extraer salitre de sus paredes. En su interior solamente se
habían hallado algunas cerámicas lisas y una punta de lanza de bronce.
Todo cambió en 1978, cuando el CIPAG (Col·lectiu per a la Investigació
de la Prehistòria i l'Arqueologia del Garraf-Ordal) emprendió unas
excavaciones arqueológicas legales y sistemáticas para demostrar que no
se trataba de una cueva vacía y estéril. El equipo arqueológico de la
Universitat de Barcelona (UB), que dirige las excavaciones desde
entonces, anunció en 2004 el descubrimiento de los restos de cerveza más
antiguos hallados en Europa, de unos 6.300 años de antigüedad, y el año
pasado reveló el hallazgo de la estatuilla de cerámica más antigua de
la península Ibérica, de unos 6.500 años de antigüedad, conocida como el
Encantat de Begues. En esta ocasión, los arqueólogos han sacado a la
luz cuatro esqueletos humanos, de unos 6.400 años de antigüedad,
inhumados según un modelo funerario desconocido hasta ahora en la
península Ibérica. Los restos mortales, que se han conservado
prácticamente íntegros, corresponden a un hombre de unos 50 años de
edad, a un menor de sexo indefinido, bastante deteriorado, y a dos
infantes, de entre tres y cuatro años y de entre cinco y seis años,
respectivamente. Los cuerpos no fueron enterrados, sino que fueron
colocados en posición fetal y alineados siguiendo el contorno de la
pared norte de la cueva, que describe un arco. La posición replegada de
los cuerpos indica que los cadáveres debieron ser atados con cuerdas y
envueltos con una mortaja que los constreñía. Los arqueólogos calculan
que esta práctica funeraria duró unos 200 años. Más información en el
siguiente enlace. / Link 2 (Entrada relacionada)
Las muestras de vinificación más antiguas de Europa, en Grecia
La
vinificación o elaboración de vino ya se practicaba en la prehistoria
europea. Un equipo de investigadores a cargo de la
paleobotánica Soultana-Maria Valamoti anunció en octubre que los restos
carbonizados de miles de pieles prensadas y semillas de uvas,
hallados en Dikili Tash, un asentamiento neolítico situado al noreste de
Grecia, constituyen el ejemplo de vinificación más antiguo de Europa.
La datación por radiocarbono determinó que los restos, que se hallaban
en buen estado de conservación, se remontan al año 4200 a.C. Fueron
hallados en el interior de vasijas de cerámica y desperdigados por el
suelo de una vivienda que fue arrasada por el fuego en la segunda mitad
del V milenio a.C. La presencia de ácido tartárico en la cerámica
demostró que en el pasado se había producido una fermentación, aunque no
se puede afirmar de forma categórica que el líquido contenido
originalmente en las vasijas fuera vino, ya que también pudo haber sido
zumo de uva o mosto que con el tiempo se fermentó y se transformó en
vino. La producción de vino es probable, sobre todo por la presencia de
tazas con asas y recipientes para decantar y consumir líquidos. Los
análisis ópticos de las semillas permitirán saber si la vid pertenecía a
una variedad silvestre (Vitis vinifera sylvestris) o domesticada (Vitis vinifera vinifera). Más información en el siguiente enlace. / Link 2 (Entrada relacionada)
jueves, 9 de enero de 2014
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