martes, 4 de febrero de 2014

Nuevas dataciones fijan la edad de la Sima de los Huesos en 427.000 años



Establecer una cronología fiable en un yacimiento tan antiguo como el de la Sima de los Huesos es muy complejo. De ahí que cada vez que aparece un nuevo método de datación, el Equipo de Atapuerca decida aplicarlo para concretar y centrar su antigüedad, sumando los resultados a los obtenidos con métodos anteriores o con otras investigaciones, como la del ADN.

Una nueva datación acaba de revelar que los fósiles hallados en la Sima de los Huesos tienen una antigüedad mínima de 427.000 años, un dato que aunque se encuentra dentro de los márgenes que manejaban los investigadores (entre 400 y 500.000 años), permite ajustar mejor la edad del yacimiento. Y corrobora también la cronología que aportó el estudio del ADN humano más antiguo, que situaba en torno a los 400.000 años la edad de estos homínidos.

La investigación se ha realizado combinando las técnicas de luminescencia y paleomagnetismo en los sedimentos que están por encima de los fósiles, proporcionando una antigüedad de 433.000 años a ese suelo. Como la datación del sedimento es siempre posterior a los fósiles, el estudio obtiene para estos restos una estimación de 427.000 años de antigüedad, lo que le sitúa en la horquilla general del Homo heidelbergensis. Y también «sugiere» a los investigadores «que la división entre los linajes Homo neanderthalensis y Homo sapiens tuvieron lugar a principios del Pleistoceno Medio».

La interpretación de estos datos según Juan Luis Arsuaga, codirector del Equipo de Investigación de Atapuerca, apunta a que el yacimiento de la Sima de los Huesos se halla «en el comienzo de los neandertales». «Con estas cronologías los fósiles nos indican que son incipientes neandertales, que estamos en el inicio inicial, que ya habría empezado la evolución hacia el neandertal».

Sin embargo, en el ADN humano de la Sima no se hallaron rasgos de esta especie y, evidentemente, ambos resultados deben relacionarse: «Esto nos viene a decir que el neandertal es aún tan incipiente que es posible que todavía no haya intercambiado líneas evolutivas o que genéticamente no todos estuvieran en el mismo linaje», añade.

 Para poder concretar aún más  una cronología que, según Arsuaga, no cree que pueda ser más antigua «salvo sorpresas», harían falta más dataciones y más ADN, dos cuestiones muy difíciles de obtener: «Es un desafío metodológico y técnico», subraya el codirector del Equipo de Atapuerca.

El método de la luminiscencia, que ya se ha usado en la Trinchera y con el que trabajan en el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (Cenieh), consiste en determinar la cantidad de tiempo transcurrido desde que los granos del mineral sedimentario fueron expuestos a la luz por última vez. El paleomagnetismo averigua las variaciones de intensidad y dirección que ha experimentado el campo geomagnético. I.L.H. / diariodeburgos.es

Referencia:
Lee J. Arnold, Martina Demuro, Josep M. Parés, Juan Luis Arsuaga, Arantza Aranburu, José María Bermúdez de Castro, Eudald Carbonell, Luminescence dating and palaeomagnetic age constraint on hominins from Sima de los Huesos, Atapuerca, Spain, Journal of Human Evolution, Available online 28 January 2014, ISSN 0047-2484, http://dx.doi.org/10.1016/j.jhevol.2013.12.001. Link

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