jueves, 3 de diciembre de 2015

Investigadores de la US secuencian el ADN de los primeros habitantes de Sevilla


Foto: EUROPA PRESS/US

El individuo estudiado, un varón adulto de la Edad del Cobre (3.200-2.200 a.C.) encontrado en la zona de Valencina y Castilleja de Guzmán

EUROPA PRESS. Investigadores del grupo de investigación Atlas de la Universidad de Sevilla, integrado en el Departamento de Prehistoria y Arqueología, han secuenciado el ADN de los primeros habitantes de Sevilla, aprovechando los vestigios descubiertos en la zona arqueológica de Valencia de la Concepción y Castilleja de Guzmán, datados en la Edad del Cobre (3.200-2.200 a.C.). También ha participado el grupo de Genética Forense y Poblaciones del Departamento de Toxicología y Legislación Sanitaria de la Universidad Complutense.

En un comunicado se indica que las conclusiones de este estudio, realizado en un laboratorio destinado al análisis de ADN antiguo, indican que se trata de un varón de entre 17 y 25 años de edad y cuyo ADN, extraído de dos piezas dentales, indica que el sujeto estudiado es un linaje mitocondrial humano propio de la Eurasia occidental.

Los primeros resultados de estas investigaciones han sido publicados en revistas internacionales de primer nivel como Quaternary International, Journal of Ar-chaeological Science, International Journal of Osteoarchaeology, European Journal of Archaeology y Cambridge Archaeological Journal.

Los descubrimientos arqueológicos en la zona de Valencina y Castilleja de Guzmán han sido de gran importancia para el conocimiento de la Edad del Cobre en Europa y ha proporcionado las claves científicas de las primeras sociedades agrarias y sedentarias del bajo valle del Guadalquivir, origen de la actual Sevilla.

El individuo estudiado supone un caso excepcional de inhumación individual (en ese periodo predominan los enterramientos colectivos) en una tumba de gran porte y con unos ajuares singulares por su cantidad y calidad, ya que incluyen numerosos objetos elaborados de materias primas exóticas, algunas de ellas procedentes de fuera de la península, como el marfil o el huevo de avestruz.

Por todo ello, los huesos encontrados pertenecerían a un persona de alto estatus social, con acceso a costosos productos elaborados en materia primas foráneas. Incluso, la presencia de un colmillo de elefante indica que quizás se trata de un comerciante o artesano especializado en la adquisición y trabajo de esta materia prima. 20minutos.es


Evento relacionado: Conferencia: Primera secuencia de ADN de la Población Prehistórica Sevillana


Actualización: El primer sevillano era un europeo abierto al mundo | EL MUNDO
El estudio arqueológico y biológico de su ajuar funerario y del ADN de dos de sus dientes ha revelado que el joven de hace cinco mil años que yacía en una importante tumba megalítica descubierta en el pueblo sevillano de Valencina de la Concepción era de estirpe genética europea por parte de madre (se desconoce la del padre) y pertenecía a una cultura cosmopolita con conexiones comerciales internacionales con África, Asia, Oriente Próximo, islas mediterráneas y otros puntos de la Península Ibérica y Europa. En síntesis, se puede afirmar que el primer sevillano, el habitante prehistórico más antiguo de la zona al que se secuencia su perfil genético, era un tipo europeo local, pero abierto al mundo.

 
En la pizarra digital del aula 1 de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla brillaba ayer al mediodía la foto de un esqueleto completo, tumbado sobre su costado derecho y curvado. Son los huesos del hombre de hace unos 3.000 años antes de Cristo que encontraron en la parte inferior de la cámara principal de una gran tumba megalítica -le precedía una antecámara con otros cuatro esqueletos y un corredor de 17 metros- excavada en sector PP-4 del yacimiento de Montelirio. Éste pertenece a la zona arqueológica de Valencina de la Concepción-Castilleja de Guzmán, en la cornisa del Aljarafe, una de las áreas más ricas de la edad del cobre en Europa Occidental...

1 comentario:

salaman.es dijo...

Actualización: El primer sevillano era un europeo abierto al mundo | EL MUNDO