miércoles, 20 de enero de 2016

Danes discover 9,000-year-old skeletons with a strange history in Jordan


Skeletons were taken apart and the bones buried in different locations (photo: University of Copenhagen)

Excavation reveals that the bones of the dead were sorted and categorised before burial

Danish archaeologists have unearthed a burial site in an ancient town in southern Jordan that suggests the dead were not buried until they had decomposed to skeletal remains. The skeletons were then dismantled and bones of similar types were buried together

“It might sound a bit like something from a splatter movie,” Moritz Kinzel, a researcher at the Department of Cross-Cultural and Regional Studies at the University of Copenhagen, told Videnskab.

“The body parts have been sorted and buried in collective graves, where we find the specific categories of bones together.”

Large numbers of children

Danish researchers are still in the process of excavating the site, called Shkārat Msaied. So far they have found the skeletons of more than 70 people.

“It is interesting there are an unusually large number of children buried, ranging from small babies to adolescents,” said Kinzel. “There seems to have been a strong tendency to bury children inside the houses.”

Kindle said they had unearthed three new burial sites containing at least 10 children and two adults, and that they still had several more sites to look at. [...] The Post / Link 2 (Photos)


Actualización: Prácticas funerarias insólitas en Shkarat Msaied · National Geographic / Link 2
Una comunidad neolítica, que hace 9.000 años se asentó al sur de la actual Jordania, trató a sus muertos de una forma extraña y desconcertante

Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Copenhague está excavando unas tumbas de 9.000 años de antigüedad, que revelan unas prácticas funerarias insólitas, en el asentamiento neolítico de Shkarat Msaied, situado en los alrededores de Petra, al sur de Jordania. Hasta la fecha se han excavado diez tumbas colectivas, y se han localizado cuatro o cinco más, que contenían más de setenta esqueletos, incluyendo bebés, adolescentes y adultos. También se han encontrado restos óseos de animales, como ovejas, cabras, zorros y jabalíes, que podrían ser los despojos de un banquete. Lo que resulta extraño y desconcertante es la forma en que esta comunidad trató a sus muertos: una vez descompuestos los cuerpos, desarticularon los huesos, los agruparon por categorías y los enterraron por separado.

Los primeros agricultores

Todas las tumbas menos una estaban en la Unidad F, denominada así por los arqueólogos, que en un principio fue una vivienda circular y que posteriormente se convirtió en un lugar de entierro, como ocurrió también en la tumba neolítica del Alto del Reinoso, en Burgos. De esta forma, el espacio en el que se desarrolló la vida se convirtió con el tiempo en un recinto funerario, donde flotaba el recuerdo de los antepasados. "La desarticulación de los esqueletos y la inhumación conjunta de los diferentes tipos de huesos formaban parte de las prácticas funerarias de un grupo que se asentó en Shkarat Msaied, donde se inició en la agricultura y el pastoreo, pero sin dejar la caza y la recolección", explica Moritz Kinzel, el director de las excavaciones, a Historia National Geographic. "Todavía no sabemos si había vínculos familiares entre los difuntos, pero está claro que en este asentamiento concreto el individuo formó parte de una comunidad", concluye.

1 comentario:

salaman.es dijo...

Actualización: Prácticas funerarias insólitas en Shkarat Msaied