Varios estudios publicados simultáneamente en la revista Nature ofrecen
nuevos datos genéticos y geográficos sobre cómo fueron las sucesivas
oleadas en las que Homo sapiens salió de África. El movimiento del planeta y las variaciones climáticas dirigieron nuestras idas y venidas.
El ser humano anatómicamente moderno, el Homo sapiens, salió de África y se distribuyó por el planeta en cuatro grandes oleadas que comenzaron hace 125.000 años. El equipo de
Axel Timmermann y Tobias Friedrich publica este miércoles en la revista Nature un modelo numérico que explica, a partir de datos paleoclimáticos, cuáles fueron los patrones de migración de aquellos primeros sapiens y coinciden con los datos del registro fósil.
Los datos hablan de cuatro salidas a través de la península arábiga y Oriente Medio durante periodos glaciales que ocurrieron en los intervalos de entre 106.000 y 94.000, 89.000 y 73.000, 59.000 y 47.000, y 45.000 y 29.000 años. La principal novedad es que el modelo confirma que los cambios en las temperaturas inducidos por ligeras variaciones de la órbita terrestre fueron el principal motor de estas migraciones. Y el modelo incluye la llegada temprana de los primeros Homo sapiens a China hace unos 90.000 años recientemente documentada por investigadores españoles.
La revista Nature recoge en el mismo número varios estudios genéticos de más de 280 poblaciones que pretenden descifrar las variaciones y movimientos de estos primeros humanos durante el Pleistoceno. El equipo de
David Reich, por ejemplo, ha secuenciado el genoma de 300 personas de 142 poblaciones habitualmente infrarreresentadas en este tipo de trabajos y han descubierto que la población que dio lugar a los humanos del presente empezó a separarse hace al menos 200.000 años y que desde entonces la acumulación de mutaciones genéticas se ha acelerado alrededor de un 5 por ciento en los no-africanos.
En otro trabajo,
Eske Willerslev y su equipo han secuenciado los genomas de 83 aborígenes australianos y 25 individuos de Nueva Guinea Papúa, y sus datos apuntan a que los ancestros de estas poblaciones se separaron de los grupos euroasiáticos hace entre 51.000 y 72.000 años y contienen rastros de material genético de humanos como los misteriosos denisovanos y de un segundo grupo desconocido.
Por último,
y liderado por
Luca Pagani, investigador del Biocentro de Estonia,
pretendía caracterizar la diversidad humana en Eurasia y para ello
analizaron el genoma de 150 poblaciones de todo el planeta. “Las
herramientas y técnicas de que ahora disponemos nos permiten recuperar
una gran cantidad de información de una población partiendo de un solo
genoma”, explica a Big Vang Pagani.
Este equipo de investigadores se ha centrado en especial en el genoma de
los papuanos. “Nuestras conclusiones –prosigue- son coherentes con los
resultados de los otros dos trabajos. La foto general a que llegamos es
que todos procedemos de una única migración que tuvo lugar hace 75.000
años. Nosotros hemos añadido detalles a esa foto: si bien papuanos y
euroasiáticos procedemos de la misma migración, los papuanos conservan
en su genoma un 2% de material genético de una migración previa y
extinta”.
Para el paleogenetista del IBE (UPF-CSIC)
Carles Lalueza-Fox, la
conclusión a que llegan los tres estudios acerca de que los humanos
modernos procedemos de una sola población que salió de África es
compatible con la posibilidad de que haya habido otras migraciones de
individuos que no hayan tenido impacto genético en poblaciones actuales.
En este sentido, un artículo de opinión que acompaña a los tres
estudios publicados en Nature, los investigadores de la Universidad de
Washington
Serena Tucci y Joshua Akey señalan que, a pesar del paso
adelante que suponen investigaciones como éstas para dilucidar algo más
este episodio clave de nuestro pasado, “quedan aún muchas preguntas
fascinantes por contestar”; será el desarrollo de “herramientas
estadísticas cada vez más sofisticadas lo que desvelará más secretos del
pasado”.
AFP
- The longstanding debate about how many waves of African emigration it
took for modern humans to populate the planet revived on Wednesday in
diverging genetic studies published in the same science journal.
Two
papers carried by Nature said a single exodus from Africa likely
resulted in contemporary human populations in Asia, Europe and
elsewhere.
But a third said it found surviving human DNA from at least one, earlier, Africa migration.
Altogether,
the three studies presented data from more than 280 diverse populations
around the world, but did not quite agree on what it all means.
The
research provided "some missing pieces in the puzzle of human history",
Serena Tucci and Joshua Akey of the University of Washington's
Department of Genome Sciences wrote in a comment.
But
"many fascinating questions remain" and further research was needed "to
fully retrace the steps taken by early humans as they explored and
colonised the world."
Many scientists hold that all
present-day non-Africans trace their ancestry to a single resettling
population which left the continent some 40,000-80,000 years ago.
Others
maintain there was an earlier migration to southeast Asia and
Australasia around 120,000-130,000 years ago, followed by a later one to
Eurasia.
Two of the new studies seem to support the first theory.
Genetic
data, they said, point to all non-Africans hailing from a single
African exodus. But they disagree on what happened later.
According
to the one group of researchers, it appeared that on leaving Africa
around 72,000 years ago, modern humans soon split into two groups -- one
heading north to Eurasia while the other swung east to Australasia...
Link 3: Human DNA tied mostly to single exodus from Africa long ago
The
genetic ancestry of people living outside Africa can be traced almost
completely to a single exodus of humans from that continent long ago,
new studies suggest.
Still, a tiny legacy from an earlier exit may persist in some native islanders in the southwestern Pacific Ocean.
That's the conclusion from three studies of modern DNA from around the world, released Wednesday by the journal Nature.
Our
species, Homo sapiens, arose about 200,000 years ago in Africa. From
there, it colonized the world, and scientists are still trying to
understand the timing of that expansion.
The new work
takes advantage of the fact that human DNA accumulates tiny changes over
time. That can be used like a clock to estimate how long ago two
populations split off from each other. The approach can't reveal every
migration out of Africa, just those that left a genetic legacy that has
been handed down to this day...
Actualización:
La apasionante historia de Homo sapiens. Lo que nos queda por saber | Reflexiones de un primate
... La semana pasada, la revista Nature nos presentó varias investigaciones
impresionantes sobre determinados aspectos genéticos de esa
relativamente breve historia de nuestra especie. Resulta prácticamente
imposible asimilar tanta información, cuya complejidad metodológica y
técnica queda solo para los expertos. De todas esas investigaciones
quiero destacar en este blog el trabajo publicado por dos expertos en
climatología y oceanografía, los profesores Axel Timmeramann y Tobias
Friedrich de la Universidad de Hawaii. Para conocer el clima hay que
saber mucho de astronomía, puesto que las oscilaciones climáticas mejor
estudiados (las que corresponden a la historia de la genealogía humana)
están determinadas por los movimientos de la Tierra en su relación con
el sol y los demás planetas del sistema solar. El tema es muy complejo y
no está resuelto, pero las consecuencias son siempre las mismas y
tienen que ver con la cantidad de energía que recibe nuestro planeta de
la estrella de la que depende. Así, durante las épocas glaciales el
hemisferio norte recibió menos insolación, los veranos eran muy suaves y
las capas de hielo terminaban por ocupar vastas regiones de América del
Norte y Eurasia...